El vello anormal en las mujeres

Mujer que esta pensando
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Todas nosotras sabemos que la pérdida del cabello es uno de los problemas más traumáticos a los que se pueden enfrentar las mujeres, pero hay otros problemas serios relacionados con el crecimiento del pelo. No nos referimos al pelo capilar, sino al vello o pelo corporal.
 
Cuando una niña se hace mujer y entra en la pubertad, su cuerpo comienza a producir hormonas que llevan a la madurez y al desarrollo de determinados atributos femeninos. Estas hormonas provocan también el desarrollo de un vello más grueso y más oscuro en ciertas zonas específicas.
 
El lugar en donde crece el vello y la cantidad dependen del patrimonio genético y del origen étnico de cada una. Las mujeres mediterráneas tienden a desarrollar más vello en los brazos y en las piernas que las asiáticas, mientras que las de origen europeo están en un punto intermedio.
 
En nuestra sociedad moderna, el crecimiento del vello en las mujeres se considera indeseable y, a lo largo de los siglos, las mujeres se acostumbraron a rasurarse el vello del cuerpo en las zonas en donde crece naturalmente (axilas, piernas, etc.). Incluso en las zonas del cuerpo en donde se acepta el vello, éste no debe crecer demasiado, pues no es bueno parecer “demasiado peludas”. Esta manera de entender el vello está tan inculcada (sobre todo, en la cultura norteamericana) que todo desarrollo de vello anormal en las mujeres se considera grotesco.
 
Sin embargo, millones de mujeres conocen hoy los problemas del crecimiento anormal. Semejante crecimiento se nota especialmente en las mujeres que tienen un patrimonio genético o étnico particular. Muchos factores causan este tipo de crecimiento. El mejor método para afrontar este problema depende de la naturaleza de cada problema.
 
Los factores más comunes son:
 
• El metabolismo andrógeno alterado – la piel y las células grasas del cuerpo pueden ser más sensibles a los andrógenos (las hormonas masculinas) de lo normal. El metabolismo andrógeno alterado provoca un crecimiento del vello anormal, dado que las células de la piel y de la grasa convierten la testosterona en dihidrotestosterona (DHT).
 
• La producción anormal de andrógenos. Los ovarios producen habitualmente testosterona. Además, la glándula adrenal segrega naturalmente dehidroepiandrosterona, una sustancia en forma de sulfato. Cuando las glándulas de este tipo producen muchos andrógenos, puede aparecer un crecimiento anormal del vello. Lo más corriente es que el problema provenga de los ovarios, pero puede suceder que la glándula adrenal cause trastornos.
 
• La circulación de los andrógenos. El nivel de hormonas en el cuerpo normalmente está regulado y es equilibrado. El hígado segrega una sustancia llamada “globulina” de fijación de la hormona sexual, o SHBG, que puede hacer que la testosterona se inactive. Los estrógenos estimulan la producción de SHGB para reducir la cantidad de andrógenos en libertad en la sangre. Una caída de estrógenos provocará también una disminución de la producción de SHBG y, por lo tanto, aumentará la cantidad de estrógenos en libertad en la sangre, o sólo los andrógenos libres estarán activos. Cuantos más andrógenos libres provoque, más vello crecerá.
 
• Los andrógenos exógenos. A veces una persona que toma medicamentos para terapias hormonales (Estratest, Danazol), desarrollo corporal (como los esteroides anabólicos y los suplementos dietéticos), o para controlar el embarazo (las píldoras que contienen norgestrel) pueden desarrollar el vello de manera anormal. Incluso algunas cremas que contienen hormonas (destinadas a tratar problemas específicos) pueden ser absorbidas por el flujo sanguíneo y provocar el crecimiento del vello.
 
Lo primero que debería hacer una mujer que esté preocupada por el crecimiento del vello es consultar a un médico. Con la ayuda de controles sanguíneos, él puede determinar la causa específica del crecimiento y decidir el mejor tratamiento para el caso. Sin embargo, en general, los crecimientos causados por desequilibrios hormonales o por una superproducción de hormonas no se regularán hasta que se restablezca el equilibrio. Habrá que tratar el problema con métodos tradicionales de depilación o con cremas.
 
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Ver también: Eliminar el vello no deseado